1. No utilices Task-Killers
Vamos con, probablemente, la leyenda urbana más extendida: la «supuesta necesidad» de utilizar un task-killer (o gestor de tareas) para matar aplicaciones que no estemos utilizando.Al contrario que los sistemas de escritorio, Android funciona con un esquema ligeramente diferente. La intención es favorecer ciertos comportamientos usuales en este tipo de dispositivos a favor de un buen rendimiento y/o uso de la batería.
Las tareas realizadas en el sistema son categorizadas entre estos 5 tipos (de mayor a menor importancia):
- Primer plano: La tarea se está realizando ahora mismo. (Ej: Revisar correo)
- Procesos visibles: Se visualiza la tarea en la pantalla. (Ej: Navegar por una página)
- Servicios: Procesos "pendientes" de alguna tarea. (Ej: Descargar un MP3...)
- Segundo plano: Una tarea interrumpida que puede ser reanudada, o no (Ej: Cliente de twitter o Gmail)
- Procesos vacíos: Una tarea que se supone finalizada, pero se mantiene porque puede utilizarse en breve (Ej: Market, Reloj)
Actualmente se tiende a seguir el principio Unused RAM is wasted RAM (memoria no utilizada es memoria desperdiciada), que es el modelo en uso en entornos GNU/Linux, Windows 7, y -como no- en nuestro caso.

«Memoria RAM no utilizada, memoria RAM desperdiciada...»
El problema es que en dispositivos con un hardware muy ajustado (un procesador muy lento, por ejemplo) ese proceso de liberación puede demorarse y reflejar una lentitud considerable.
Sin embargo, demostremos que hay más problemas si usamos task-killers:
- Los task-killers automáticos (que cierran todas las aplicaciones para conseguir más memoria libre) son un peligro, puesto que pueden desactivar alarmas o tareas programadas y que nunca se lleguen a realizar, además de realizar un consumo excesivo de batería por la gestión y monitorización constante de procesos.
- Al liberar aplicaciones, estamos haciendo un uso extra de proceso, lo cuál se reflejará en el consumo de batería.
- Una vez liberada la memoria, Android volverá a continuar con su ciclo habitual de gestión de memoria, por lo que se volverán a cargar aplicaciones en memoria, convirtiendo en inútil el esfuerzo por mantener la RAM libre.
2. Haz overclocking (o underclocking)
Una herramienta interesante para nuestros dispositivos Android es SetCPU, una aplicación que permite, de una manera muy sencilla y totalmente cómoda, overclockear nuestro sistema, aumentando o reduciendo la potencia de nuestro procesador.
Ahorra energía y batería o aumenta velocidad y potencia
La aplicación es de pago (1,99$), aunque puede conseguirse de forma gratuita para usuarios del foro de XDA Developers. Es necesario ser root.
3. Vigila de cerca a tus aplicaciones
Hemos dicho que matar procesos en Android es una mala idea, sin embargo, tampoco podemos descuidar las aplicaciones que utilizamos.Algunas aplicaciones (ya sea porque están mal desarrolladas, bugs o simples descuidos) tienen un funcionamiento muy lento y pesado, y pueden llegar a colapsar nuestro dispositivo.

Vigilalos bien, no te fies de ninguno de ellos...
Además, podemos ver en todo momento el porcentaje de uso de CPU, memoria consumida y tiempo activo de cada proceso del sistema.
La aplicación Watchdog Lite es gratuita, aunque también tiene una versión de pago (3,49$) con la posibilidad de llevar una lista negra o eliminar banners de publicidad.
4. Elige un Launcher ligero y rápido
Es muy común que los usuarios piensen que el «escritorio» o pantalla de inicio de nuestro Android (donde vemos los widgets, iconos, etc...) es un núcleo que permanece estático en el dispositivo, cuando en realidad no es más que una aplicación más (que se activa al pulsar la tecla de Inicio) llamada Launcher o Home.Al ser una aplicación más, actúa como tal (cargándose en memoria, siendo liberada si no está siendo utilizada, etc...) y existe la posibilidad de reemplazarse por otros launchers que se adapten mejor a nuestras necesidades (rápido, vistoso, simple...). Más atrás, analizamos en Emezeta 11 launchers gratuitos para Android.

Launcher Pro, mi launcher preferido para Android
Otro detalle importante es el de marcar la opción Menu / Preferences / General Settings / Keep in memory, que evitará que el Launcher se descargue de memoria para cargar otras aplicaciones, evitando esa molesta pantalla negra (al pulsar el botón de inicio) que a veces ocurre.
5. Tipo de red
La mayoría de los que utilizamos un dispositivo Android, utilizamos tarifas de datos y nos movemos entre redes 2G o 3G/HDSPA.Android está diseñado para estar continuamente buscando una red con mejor cobertura, algo que sin duda es de agradecer, pero repercute en la vida de la batería y puede ser innecesario en algunas situaciones o determinados usuarios.
Es por eso, que si en la pantalla para realizar una llamada, tecleamos *#*#4636#*#*, nos aparecerá un menú de mantenimiento donde podemos realizar varios cambios. En el apartado Información del teléfono, en la parte inferior, hay una opción que nos pregunta nuestro tipo de red preferido:

- WCDMA preferred: Utiliza 2G y 3G. Aunque la señal sea débil, busca siempre la mejor forma de establecer conexión vía 3G.
- GSM only: Utiliza 2G. Si la señal es débil, no utiliza ninguna.
- WCDMA only: Utiliza 3G. Si la señal es débil, no utiliza ninguna.
- GSM auto (PRL): Utiliza 2G y 3G. Si la señal es débil, usa 2G.
6. Ajustar los límites de memoria
Como vimos en el primer punto, los procesos son categorizados en 5 tipos. Y cada tipo tiene un límite de memoria asociado. Si la memoria libre del dispositivo es menor a ese límite, Android comienza a liberar aplicaciones de esa categoría.Con Autokiller podemos cambiar esos límites, efectuando liberaciones más (o menos) agresivas.

Se recomienda no cambiar los primeros 3 parámetros (aplicaciones más activas), aunque es posible hacerlo. También existe una sexta categoría que son los proveedores de contenidos que no tienen ningún cliente asociado (es decir, no están realizando tareas).
Es necesario ser root para ajustar estas opciones.
7. Uso excesivo de widgets
Uno de los consejos más extendidos y escuchados ha sido este: no abuses de los widgets. Sin embargo, con esto no se quiere decir que no se utilicen. Su propósito es sencillo: utiliza los widgets para tareas cortas que realizas muy frecuentemente.Por ejemplo, tareas frecuentes como mirar el tiempo antes de ir a trabajar podría ser un uso aceptable. Pero... ¿Merece la pena utilizar un widget de reproducción de MP3 si sólo lo utilizamos ocasionalmente?

La virtud es el punto medio entre un
escritorio sin widgets y otro lleno de ellos (Aristóteles)
escritorio sin widgets y otro lleno de ellos (Aristóteles)
8. Controla la energía
Otro aspecto lógico e importante que se suele mencionar siempre como consejos iniciales de Android, es que debe deshabilitarse lo que no se utilice.En principio, no debería haber problema en tener el GPS o el Bluetooth activo, ya que si no se está utilizando desde alguna aplicación, no consumiría batería. Sin embargo, muchas aplicaciones crean servicios o proveedores de contenido que se despiertan y hacen uso si está disponible (el mismo Google Maps para actualizar tu posición).

No por mucho conectar, amanece más temprano...
También hay aplicaciones que podrían ser interesantes para algunas personas, ya que permiten programar la deshabilitación/habilitación de ciertas características (en ciertos horarios, ante ciertos eventos, etc...) como Data on Demand, NetSchedule, JuiceDefender, Network Switcher o Locale (9,99$).
9. Vigila las aplicaciones al iniciar el teléfono
Al instalar aplicaciones, muchas se configuran para arrancarse al encender el dispositivo. Esto es útil y lógico en algunos casos (alarmas programadas, comprobaciones periódicas...) pero también es ilógico en otros casos (programas para descargar música, etc...).Lo ideal sería que cada aplicación tuviera un sistema para desactivar su arranque como servicio o en el inicio del teléfono, pero como esto muchas veces no es posible, existe una aplicación llamada Autorun Manager.

10. Revisa tu Hardware y Software
Es bueno conocer las especificaciones del hardware de nuestro dispositivo (sobretodo cantidad de memoria RAM, tipo y velocidad del procesador). No fiarse de especificaciones no oficiales (muchos proveedores o vendedores no dan toda la información) e investigar un poco antes de adquirir un teléfono sin saber sus prestaciones.
Para ello es necesario ser root (o comprar uno ya rooteado en Geeksphone). Hay grandes comunidades con mucha información sobre Android, root, ROMs y todo tipo de hacks, como XDA Developers (en inglés) o HTCManía, ambas de las más extensas y activas que conozco.
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